Trabajar de pie, la receta para no morir sentado.

Pasar las horas sentado en la oficina es una actividad que perjudica seriamente a la salud según avalan numerosos estudios que ensalzan los beneficios de trabajar de pie para hacer frente al sedentarismo, una moda que se abre camino en EEUU pero que tampoco está exenta de riesgos.

 

 

 

 

 

Compañías como Google, Facebook, Chevron, Intel o Boeing son algunas de las que han dado la bienvenida en sus despachos a las mesas altas por el bien de sus empleados, que aseguran sentirse mejor tras deshacerse de sus sillas.

Las investigaciones realizadas durante los últimos años avalan esa impresión.

La obesidad, la diabetes, los problemas cardiacos o el cáncer se citan recurrentemente como las enfermedades a las que se expone el oficinista cuya vida sedentaria podría llevarle a la tumba antes de tiempo.

Científicos del Pennington Biomedical Research Center en Luisiana determinaron que la gente que pasa la mayor parte de su tiempo sentada tiene un 54% más de posibilidades de morir de un infarto, datos que se desprenden de un estudio sobre el estilo de vida de más de 17.000 personas.

"Dedicar unas pocas horas a la semana en el gimnasio no parece que reduzca ese riesgo significativamente", aseguró el doctor de la Clínica Mayo James A. Levine, uno de los referentes en investigaciones sobre la materia.

Las horas de pasividad muscular continuada ralentizan el metabolismo y reducen la producción de enzimas, al tiempo que exponen al organismo a niveles anormales de glucosa y colesterol.

Más que sudar la camiseta levantando pesas, la clave está en ponerse de pie.

 

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