Eusebio Muñoz: Existe morbo e intenciones de pegar a la Iglesia.

La indiferencia social en que vivimos es la que hace que los problemas sociales se agraven, sobre todo por la omisión de una ciudadanía que no cumple con su rol social. Hay dos o tres que hacen las cosas mal y el resto se queda callado. Estamos llevando una maquinaria individualista, donde sí como o no me roban, no me importa lo demás. El silencio de la víctima es el arma del violento o del agresor.

 

Es un aspecto multidimensional e histórico, pero hoy con las nuevas ideologías que han surgido estamos haciendo que la institución transmisora de valores pierda valor; también hay elementos en el Código de la Familia que les restan autoridad a los padres para corregir a sus hijos. En el tiempo de antes, ningún chiquillo se atrevía hacer una pataleta, porque sabía las consecuencias.