- Categoría: Noticias
- Escrito por Jefecito
Balean a un cura cuando iba en su auto con una prostituta.
El caso provocó revuelo en Argentina. Pero no por tratarse (en principio) de otro caso de inseguridad, sino por quienes fueron sus protagonistas. La víctima (recibió un tiro en el abdomen) resultó ser un cura que iba en su auto, donde llevaba como acompañante a una prostituta que tenía droga entre sus pertenencias....
El religioso es Marcelo Lopresti, de 37 años. Vive desde hace 11 años en Montalto Di Castro, en el norte de Roma (Italia), pero había vuelto a Mendoza para visitar a su familia.
Según le relató a la Policía el cura, en las primeras horas del jueves estaba sacando fotos en la esquina de San Luis y Federico Moreno, en plena “zona roja” de la capital provincial, cuando se le acercó una mujer para pedirle ayuda. Se trataba de María Valeria Rodríguez (32), una trabajadora sexual conocida como “China” que dio otra versión de los hechos: contó que el cura se acercó en su auto, un Fiat Palio Weekend, la invitó a subir y le solicitó que buscaran a otra prostituta.
“Se detuvo un auto de color gris.
Bajó un gordito con bermudas y camisa a cuadros que quería ‘salir’ y me pidió que buscara a una amiga”, le dijo la mujer a los investigadores.
Como la búsqueda de otra prostituta se frustró, el cura y su compañera siguieron viaje hasta Godoy Cruz (Gran Mendoza), donde vive la mujer, madre de 7 hijos. Todavía no está claro lo que pasó en ese viaje, hacia la 1.30 del jueves.
La Oficina Fiscal Nº3 de Godoy Cruz tienen dos versiones. Una asegura que Lopresti frenó en un semáforo en rojo, ubicado en las calles Rawson y Vélez Sarsfield. En ese momento apareció de la oscuridad un encapuchado armado, que intentó asaltarlo.
El religioso pudo acelerar y, cuando escapaba, el ladrón le disparó.
La bala entró por el vidrio trasero del auto y lo hirió en la zona intercostal izquierda, a la altura del abdomen.
La otra versión dice que la mujer le pidió al cura que frenara antes de llegar al destino. Pero el cura vio a dos sospechosos, siguió un par de metros, detuvo el auto y le ordenó a la mujer que descendiera. Ella se demoró y esos hombres (presuntos asaltantes) llegaron hasta el auto y balearon a Lopresti.
El sacerdote siguió manejando hasta llegar a un control policial, mientras acusaba a la mujer de haberlo “entregado”. Lopresti se presentó ante los agentes como sacerdote y fue internado en al hospital Central. Está fuera de peligro.
Al revisar a la mujer, encontraron un envoltorio con cocaína y $1.000 en billetes de baja denominación.
Comentarios potenciados por CComment