Ricardo Martinelli se prepara para gobernar en Panamá.

Tras la apabullante victoria del domingo en las urnas, el presidente electo de Panamá, Ricardo Martinelli, empezó hoy lunes a trabajar en la transición mientras el partido de su rival, Balbina Herrera, empezaba a digerir la estrepitosa derrota que amenaza con extenderse también al Parlamento y a la alcaldía de la capital panameña.

 

 

 

El 'tsunami' de votos que Martinelli pidió a los panemeños deseosos de un cambio se materializó el domingo. Este multimillonario aupado por la Alianza por el Cambio, obtenía el 60,3% de los votos frente al 37,4% de Herrera y el 2,3% del tercer candidato en liza, Guillermo Endara, con el 92,4% de las mesas escrutadas por el Tribunal Electoral.

Martinelli también puede ampliar su apabullante victoria en la Asamblea Nacional, donde a falta de atribuir nueve escaños, su coalición consigue 37 de los 71 de la Cámara, mientras que el Partido Revolucionario Democrático (PRD) de Herrera obtiene 21, la mitad que en la legislatura pasada, uno de los peores resultados desde el restablecimiento de la democracia hace veinte años.

En la capital panameña, el candidato de la coalición de Martinelli, Bosco Vallarino, lidera también el escrutinio frente a Roberto Velásquez, del PRD. Tras una noche de celebraciones para festejar en las calles el triunfo de los "locos", como los tildó la oposición, el presidente electo ya se ha puesto a trabajar hoy lunes, antes de la cita que tendrá el martes con el presidente saliente Martín Torrijos para preparar la transición.

El mandatario electo ya ha empezado a destilar algunos posibles nombres de su futuro gobierno, que en los primeros cien días se propone "reactivar la economía para que el crecimiento económico llegue a todos los panameños", según dijo. Otra de sus prioridades será que Washington firme el Tratado de Libre Comercio con Panamá, así como una reforma del sistema tributario, que perjudica, según él, a la canasta básica familiar.

Este empresario, propietario -entre otros negocios- de la mayor cadena panameña de supermercados, prometió asimismo que su gobierno trabajará para mejorar la educación, la seguridad y el caótico transporte colectivo en la capital, con la construcción de un metro.

También prometió más empleo y más equidad, en un país donde la pobreza afecta al 28% de la población. Martinelli, hijo de un emigrante italiano y una española, mantendrá el proyecto más exitoso de la administración saliente: la ampliación del Canal de Panamá, por donde transita el 5% del comercio mundial, ya que "es prioritaria para el desarrollo del país".

"El nivel de expectativa es tan alto, que el país puede caer a mediano plazo en una inestabilidad social", advirtió a la AFP el analista Raúl Reis. Poniendo fin a una dura campaña de descalificaciones, Martinelli, de 57 años, ha asegurado que será el "presidente de todos los panameños" e invitó a los partidos a trabajar "en un gobierno de unidad nacional" para "hacer el cambio que quiere y demanda Panamá".

En las filas del PRD se está digiriendo esta estrepitosa y amarga derrota. "Yo soy la candidata y asumo mi responsabilidad", dijo una desolada Herrera al reconocer la victoria de Martinelli el domingo por la noche.

Pero algunos sectores han empezado a pedir cabezas. Es el caso del expresidente panameño, Ernesto Pérez Balladares, quien poco después de que el Tribunal Electoral diera como "indiscutido" ganador a Martinelli, aseguró que el Comité Ejecutivo Nacional "debe renunciar".

 

 

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